El color rojo más intenso es señal de calidad del jamón y de una óptima curación. El buen jamón ibérico de bellota se distingue por ese granate o rojo intenso, alejado del color rosado que nos encontramos en los jamones envasados de los supermercados. Ya sea de cebo o de bellota, deberá tener un tono rojo o granate destacado, acompañado de la veta. El color de la carne determina la curación del jamón, esto nos puede indicar que el jamón es de calidad.
El jamón de “pata negra”, referido a una raza de cerdo específica, se distingue por el color de la pezuña de esta clase de cerdos, normalmente alimentados de Bellota. Pero la pata negra no tiene por qué ser un indicativo 100% fiable de la calidad del jamón, estas pueden estar pintadas o chamuscadas. Tiene que ir acompañado del tamaño de la pata en general, tiene que ser una pata musculada de caña fina y no excesivamente gorda, ya que el cerdo ibérico presenta una figura estilizada.